Al momento de seleccionar un material ya elaborado para incorporarlo en un proceso educativo es necesario tomar en cuenta la concepción pedagógica cuyo diseño sustenta, las interacciones que promueve así como también su pertinencia desde el punto de vista conceptual.Tomando como referencia al comunicador Mario Kaplún (1995), proponemos realizarnos las siguientes preguntas que facilitan el proceso de selección y análisis de un material educativo.
Desde el punto de vista conceptual
¿El tema y los contenidos son relevantes?Es muy importante que al momento de seleccionar un material educativo reflexionemos sobre sus contenidos: ¿Son socialmente significativos? ¿Están relacionados con la experiencia de los destinatarios? ¿Es posible su aplicación en contextos no educativos? ¿Guardan relación con la futura práctica profesional?¿La estructura del material guía y favorece un proceso?Que el material posea una estructura que permita el desarrollo de un proceso es una característica muy importante, ya que permite la paulatina interacción del estudiante con los contenidos favoreciendo su apropiación. Es fundamental entonces que se vayan proporcionando los contenidos de modo secuenciado y gradual. Al respecto nos dice Kaplún (1995): “la determinación del punto de partida es fundamental. Como postula Freire (1986), ese punto de partida debe ser el ‘saber común del educando y no el rigor del educador’. En lugar de arrancar enunciando ya desde el inicio los contenidos del saber sistemático y estructurado, ...debiera comenzar poniéndose casi en el mismo nivel de conocimientos y desconocimientos en que se encuentran los destinatarios; empezar haciéndose las preguntas espontáneas que éstos se hacen frente al objeto a ser conocido e invitándolos a recorrer juntos el camino que ... los irá llevando paulatinamente a encontrar las respuestas”¿Los contenidos están organizados según una secuencia lógica? ¿el orden secuencial es el más adecuado? ¿se han graduado las dificultades?La presencia de una secuencia lógica, en la cual los contenidos están presentados de manera que el estudiante los pueda ir incorporando de manera gradual es una característica indispensable de un material desde nuestra concepción pedagógica. La explicitación de los pasos sucesivos es significativa, para que el estudiante pueda ir dando cuenta de su propio proceso.¿Favorece la interrelación entre los contenidos? ¿incluye introducciones y resúmenes?La interrelación de los contenidos, y no una mera enunciación de temas no concatenados, favorece la comprensión de la globalidad de un tema o concepto. Es importante, asimismo, la interrelación con otros temas o contenidos de otras asignaturas que estén relacionadas, así como la relación con temas que se hayan trabajado anteriormente o que se vayan a trabajar después, a través, por ejemplo, de introducciones y resúmenes, destaques gráficos, etc.
Desde el punto de vista metodológico¿Estimula la construcción personal y grupal? ¿Involucra a los destinatarios?El material educativo debería convocar a la participación, a la re-construcción del conocimiento, en lugar de entregar contenidos ya estructurados, promoviendo actividades que faciliten este proceso.¿Posibilita la articulación con los conocimientos, experiencia y saberes previos?El material debe proporcionar los contenidos de manera que puedan ser articulados con lo que el estudiante ya sabe sobre el tema: con los mitos, prejuicios, saberes y pseudo saberes que se encuentran en relación. De esta manera, el nuevo saber se construirá a partir del desaprendizaje de éstos, y no por una superposición de saberes inconexos.¿Se habilita un proceso de deconstrucción? Es importante que se encuentren incluidas las representaciones erróneas previas para iniciar el “desaprendizaje”. La tendencia general conduce a omitir los errores, en lugar de aprovecharlos para, partiendo de ellos, construir el nuevo saber. Al respecto dice Kaplún, M (1995).: “Si el sujeto educando no toma conciencia de la discrepancia existente; si esas representaciones del ‘saber común’ no son explicitadas y traídas a luz para discutirlas y revisarlas, lo más probable será que el aprendiz no las modifique, puesto que están profundamente arraigadas en su imaginario cultural”.¿Se estimula la actividad del destinatario proponiendo actividades?Proponemos seleccionar o producir materiales educativos que promuevan la actividad, el aprender haciendo. Que el material incluya propuestas de actividades y ejercicios prácticos, para ser realizados solos o en grupos, promueve este tipo de acciones: la reflexión, la observación, el razonamiento autónomo, la exploración y experimentación, la investigación y la búsqueda personal y grupal de respuestas.Para finalizarRecordar que en definitiva el que un determinado objeto se convierta en educativo depende de la selección y utilización que cada docente o equipo docente le da al incluirlo en un proceso educativo. La selección y producción de un material educativo debe ser parte de un proceso reflexivo en el que intervienen todas las dimensiones de la planificación educativa.
Desde el punto de vista conceptual
¿El tema y los contenidos son relevantes?Es muy importante que al momento de seleccionar un material educativo reflexionemos sobre sus contenidos: ¿Son socialmente significativos? ¿Están relacionados con la experiencia de los destinatarios? ¿Es posible su aplicación en contextos no educativos? ¿Guardan relación con la futura práctica profesional?¿La estructura del material guía y favorece un proceso?Que el material posea una estructura que permita el desarrollo de un proceso es una característica muy importante, ya que permite la paulatina interacción del estudiante con los contenidos favoreciendo su apropiación. Es fundamental entonces que se vayan proporcionando los contenidos de modo secuenciado y gradual. Al respecto nos dice Kaplún (1995): “la determinación del punto de partida es fundamental. Como postula Freire (1986), ese punto de partida debe ser el ‘saber común del educando y no el rigor del educador’. En lugar de arrancar enunciando ya desde el inicio los contenidos del saber sistemático y estructurado, ...debiera comenzar poniéndose casi en el mismo nivel de conocimientos y desconocimientos en que se encuentran los destinatarios; empezar haciéndose las preguntas espontáneas que éstos se hacen frente al objeto a ser conocido e invitándolos a recorrer juntos el camino que ... los irá llevando paulatinamente a encontrar las respuestas”¿Los contenidos están organizados según una secuencia lógica? ¿el orden secuencial es el más adecuado? ¿se han graduado las dificultades?La presencia de una secuencia lógica, en la cual los contenidos están presentados de manera que el estudiante los pueda ir incorporando de manera gradual es una característica indispensable de un material desde nuestra concepción pedagógica. La explicitación de los pasos sucesivos es significativa, para que el estudiante pueda ir dando cuenta de su propio proceso.¿Favorece la interrelación entre los contenidos? ¿incluye introducciones y resúmenes?La interrelación de los contenidos, y no una mera enunciación de temas no concatenados, favorece la comprensión de la globalidad de un tema o concepto. Es importante, asimismo, la interrelación con otros temas o contenidos de otras asignaturas que estén relacionadas, así como la relación con temas que se hayan trabajado anteriormente o que se vayan a trabajar después, a través, por ejemplo, de introducciones y resúmenes, destaques gráficos, etc.
Desde el punto de vista metodológico¿Estimula la construcción personal y grupal? ¿Involucra a los destinatarios?El material educativo debería convocar a la participación, a la re-construcción del conocimiento, en lugar de entregar contenidos ya estructurados, promoviendo actividades que faciliten este proceso.¿Posibilita la articulación con los conocimientos, experiencia y saberes previos?El material debe proporcionar los contenidos de manera que puedan ser articulados con lo que el estudiante ya sabe sobre el tema: con los mitos, prejuicios, saberes y pseudo saberes que se encuentran en relación. De esta manera, el nuevo saber se construirá a partir del desaprendizaje de éstos, y no por una superposición de saberes inconexos.¿Se habilita un proceso de deconstrucción? Es importante que se encuentren incluidas las representaciones erróneas previas para iniciar el “desaprendizaje”. La tendencia general conduce a omitir los errores, en lugar de aprovecharlos para, partiendo de ellos, construir el nuevo saber. Al respecto dice Kaplún, M (1995).: “Si el sujeto educando no toma conciencia de la discrepancia existente; si esas representaciones del ‘saber común’ no son explicitadas y traídas a luz para discutirlas y revisarlas, lo más probable será que el aprendiz no las modifique, puesto que están profundamente arraigadas en su imaginario cultural”.¿Se estimula la actividad del destinatario proponiendo actividades?Proponemos seleccionar o producir materiales educativos que promuevan la actividad, el aprender haciendo. Que el material incluya propuestas de actividades y ejercicios prácticos, para ser realizados solos o en grupos, promueve este tipo de acciones: la reflexión, la observación, el razonamiento autónomo, la exploración y experimentación, la investigación y la búsqueda personal y grupal de respuestas.Para finalizarRecordar que en definitiva el que un determinado objeto se convierta en educativo depende de la selección y utilización que cada docente o equipo docente le da al incluirlo en un proceso educativo. La selección y producción de un material educativo debe ser parte de un proceso reflexivo en el que intervienen todas las dimensiones de la planificación educativa.